Nota introductoria
Edmundo Salas de la Fuente, fue el primer diputado pentecostal evangélico. Nacido en Lota en 1936, es militante de la Democracia Cristiana y fue electo como diputado para el congreso en 1989, permaneciendo en el cargo mediante reelección hasta el año 2016. Actualmente se desempeña como Core en la región del Bio Bio. La entrevista reproducida a continuación ha sido tomada de la revista Evangelio y Sociedad, n° 19, 1993, pp. 6-7.
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Diputado Edmundo Salas: Un Hombre de biblia diaria
Presentó al Congreso el primer proyecto de ley para la libertad de culto y hoy es miembro de la comisión parlamentaria que discute las diversas iniciativas que se han presentado en ese sentido a la Cámara
De familia minera y pentecostal de Lota, el diputado democratacristiano Edmundo Salas, conoce de cerca los sufrimientos de una zona empobrecida, donde la biblia alivia tantos males y hace creer más en Dios. Logró vencer la estrictez hacia la participación política de su Iglesia, la Universal y en el año 1967 es electo regidor por Concepción. Presentó al congreso el primer proyecto de ley para la libertad de culto y hoy es miembro de la comisión parlamentaria que discute las diversas iniciativas en ese sentido que se han presentado a la Cámara. Convencido del aporte que los evangélicos pueden hacer a la política nacional se presenta a la reelección por el Distrito 45.
Usted cuando comenzó su vida política conoció aquella iglesia que no quería participar en la vida pública. ¿Han cambiado los evangélicos en ese aspecto?
Creo que hemos avanzado mucho. Antes estábamos en un mundo encerrado en círculos muy estrechos, donde no cabía el preocuparse más que por lo interno de la iglesia y donde nosotros mismos nos poníamos cortapisas para la no participación. Hoy los evangélicos queremos abrir espacios públicos para poder ejercer tanto en el plano de ciudadanos como en (el) ejercicio pastoral y ser reconocidos de manera amplia por el país.
Si bien es cierto que los evangélicos están sacando su voz para ser escuchados y eliminar las muchas discriminaciones que existen hacia ellos. Más allá del plano reivindicativo ¿Cuáles son los aportes que pueden hacer a la política nacional desde su especificidad evangélica?
Con nuestra participación el país gana mucho, el pueblo evangélico está constantemente cuestionando su propia ética y eso ennoblece a la política. Por otra parte, nuestras iglesias trabajan con los más pobres, ya que el evangelio puede llegar al más desamparado. Nosotros ayudamos con lo que tenemos, y ponemos la fuerza para hacerlo.
El evangélico siempre está preparado. Yo soy un hombre de familia muy pobre, me eduqué como pude y he podido surgir porque el gran libro donde yo aprendí y sigo aprendiendo es la Biblia. Tenemos gente preparada que puede cumplir cualquier cargo y por eso estoy contento de que la mayoría de los pastores hayan entendido que es posible participar en política, porque Dios les dio no solamente sabiduría, sino que Él mismo nombró leyes y su pueblo se regía por sus reglas.
Con el Senador Arturo Frei, también democratacristiano, usted presenta el primer proyecto de ley para abordar la libertad de culto. En estos momentos hay en el Congreso múltiples proyectos que abordan el mismo problema. ¿En qué se diferencia su presentación de las otras y por qué hubo necesidad de presentar tantos más?
Con Arturo Frei trabajamos juntos en Concepción, él conocía de mi pertenencia a una iglesia pentecostal, de ahí que habíamos conversado mucho este tema y cuando se dio la suerte de estar los dos en el Congreso decidimos presentar este primer proyecto. La intención era abrir un debate público en el país. Ya de eso ha pasado más de un año y si bien se han conocido otros proyectos, creo que ninguno entrega nada en específico, en el fondo todos llevan a que los evangélicos tengan el mismo trato que la iglesia católica. En cambio lo que nosotros presentamos tenía que ver con dar el primer paso cuando había temores a los conflictos que se podían desatar.
En relación a la comisión que se formó para estudiar los proyectos presentados y que preside el diputado Carlos Montes, creo que es malo que se tomara como un tema político para repartirse la votación o para hacer proselitismo con el proyecto, además, la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, tenía muy avanzado un proyecto con el que podríamos haber seguido sin formar esta nueva comisión de la que formo parte.
Quiero que la juventud evangélica tenga espacios para discutir y crear. No como fue en mis tiempos donde ser joven y evangélico significaba estar desplazado y no poder crecer
Usted se presentará a la reelección por un distrito que concentra gran cantidad de evangélicos, el número 45. ¿Pesa en la determinación de su partido por presentarlo el hecho de ser evangélico?
Creo que sí, aunque el hecho no es sólo que yo sea pentecostal, sino que he trabajado con las iglesias y hemos conversado mucho de cómo borrar los celos entre las distintas iglesias. Al formar los concilios, esto se ha ido logrando y por eso se han conseguido cosas como la compra de un terreno de 6 hectáreas por parte del concilio con mi gestión y ayuda. Mi sueño, además de programa en la campaña, es que en ese terreno se construya un gran edificio donde los hermanos de todas las denominaciones puedan reunirse, hacer sus conferencias, funcionen talleres para las mujeres y los jóvenes encuentren un lugar para participar. Quiero que la juventud evangélica tenga espacios para discutir y crear. No como fue en mis tiempos donde ser joven y evangélico significaba estar desplazado y no poder crecer.