¿Quiénes son estos pentecostales? – Por Willis Hoover

Templo Evangélico Pentecostal de la congregación pastoreada por Willis Hoover, ubicado en la Calle Retamo, Valparaíso, 
emplazado en un recinto adquirido en 1919. Hermanos a la salida del lugar. Fotografía de 1929. Cortesía de Manuel Alveal Vera.

Por Willis Hoover*

NOTA del autor. Debido a los denuncios publicados en los diarios contra la Iglesia Pentecostal en Valparaíso, el médico sanitario pidió del pastor una nota que explicara el régimen de esa iglesia. Creyendo que dicha nota contiene materia que puede ser útil para muchos, la presentamos a nuestros hermanos.

Después que Jesús ascendió al cielo (por lo cual se celebra el día de la Ascensión), los discípulos volvieron a Jerusalén, y las Sagradas Escrituras dicen que “Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. Y como se cumplieron los días de Pentecostés estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual hinchó toda la casa donde estaban sentados… y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas como el Espíritu les daba que hablasen”.

La gente en general estaban “todos atónitos y perplejos, diciendo los unos a los otros, ¿qué quiere ser esto? Mas otros burlándose decían: que están llenos de mosto.

“Entonces Pedro hablóles diciendo… Estos no son borrachos… más esto es lo que fue dicho por el profeta Joel: Y será en los postreros días (dice Dios), derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; y vuestros mancebos verán visiones, y vuestros viejos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu”.

Esos apóstoles y discípulos “con María, la madre de Jesús”, eran los primeros Pentecostales.

Durante los siglos hasta hoy la historia registra en distintas épocas grupos de personas que pasaron por una experiencia parecida. Desde 1900 en los Estados Unidos comenzaron en distintas partes estas mismas manifestaciones; y se ha extendido por todo el mundo, de tal manera que en la India, en la China, en África, en Inglaterra, en Noruega, en Alemania, etc., hay muchas iglesias pentecostales.

En el año 1907 desde la India llegó a Valparaíso la noticia de esas cosas y, examinando las Escrituras y hallando las promesas, la congregación metodista episcopal, pidiendo a Dios en oración, también recibió ese bautismo del Espíritu Santo. Por no querer algunos ser objetos de la burla y la crítica que siempre lo acompaña, resultó que los que lo recibieron y creían en él salieron de la Iglesia Metodista Episcopal y formaron la Iglesia Pentecostal.

Esa separación ocurrió en 1910; y desde entonces hasta la fecha esta iglesia ha funcionado en Valparaíso y se ha extendido por todo Chile hasta Punta Arenas, contando actualmente en sus filas con más de cien congregaciones y muchos miles de adeptos.

En el mismo principio el movimiento causó tanta extrañeza que al templo en la calle Olivar, donde originó, venia la gente en multitudes para ver; algunos para criticar y oponerse, y otros para quedarse. Las autoridades tomaron carta en el asunto. Vinieron comisionados, jueces, alcaldes, médicos, y examinaron con mucha minuciosidad en todo. El pastor fue llevado ante el Juez, ante el Promotor Fiscal y ante el Médico de la ciudad. Todos esos personajes reconocieron lo extraño que era la obra, pero no hallaron ninguna cosa que condenar.

Muchos hombres de malos antecedentes se convirtieron; en especial uno que creyendo por la bulla que era un remate, había entrado con un compañero para robar, salió convertido, botó sus ganzúas, fue a Santiago y se entregó a la justicia por una causa que le estaba pendiente. El Jefe de la Sección de Seguridad se puso decididamente a favor de la obra, y como evidencia de esto el pastor tiene en su poder el retrato de un hombre que el señor Jefe le regaló, haciéndole desaparecer de la filiación.

En los dieciocho años la Iglesia ha ocupado varios galpones viejos en San José más de un año, en Almirante Barroso tres años, en Avenida Argentina dos años, y ya se va terminando nueve años en su templo propio en la calle Retamo 557-561. Si se toca cuestión de higiene, en esos galpones casi inhumanos, si, habría habido algún motivo para protestar. Pero el templo actual que también era un galpón viejo, ha sido reformado con toda consideración a la higiene. Tiene una grande claraboya con ventilación en la parte más adentro, y otra más cerca de la entrada. Hay tres grandes puertas, cada una con su tragaluz abisagrada, y en la galería arriba de la entrada hay dos ventanas más.

¿CUÁL ES EL FIN QUE PERSIGUEN LOS PENTECOSTALES?

El fin que persiguen es hacer notorio a todo el mundo el amor de Dios para con el pecador, y la provisión que ha hecho para su salvación, y persuadirle a que acepte esa salvación; y una vez aceptada, guiar al hombre en el buen camino.

¿CUÁL ES SU RÉGIMEN?

Su régimen es usar todo medio señalado en la Palabra de Dios como conducente a este fin: como sean, la predicación, los testimonios de los salvados, y la oración; en la manera siguiente:

En el templo de la calle Retamo se celebran dos reuniones generales de predicación en la semana, en las noches de domingo y jueves de 8 a 10 más o menos; y una de estudio bíblico el domingo a las 10 A. M.

En las noches de lunes y martes hay reuniones pequeñas de oración y testimonio tanto en el templo como en varios locales en los cerros.

En las noches de viernes y sábados hay reuniones pequeñas de estudio bíblico con fines de preparación; y el miércoles una reunión de los oficiales de la Iglesia, quienes bajo la dirección del pastor, llevan adelante la obra.

Para alcanzar a aquellos que no conocen las reuniones, o les son indiferentes, los hombres y las mujeres de la iglesia van por las calles y pregonan este mensaje del amor de Dios, invitando a todos a que vengan a las reuniones. También para aquellos que están lejos en los campos, aldeas y pueblos, los hombres llevan el mensaje andando largas distancias a pie, sacrificando sueño, comodidad y dinero.

Con el fin de avivar a los miembros, y de pedir más definitivamente la bendición de Dios sobre la obra, y sobre el pueblo en general de la ciudad, por varios meses se ha celebrado una vigilia el último sábado de cada mes, que duraba desde las 10 P. M., hasta el amanecer. A estas vigilias han asistido desde 60 a 200 personas, llegando y retirándose a discreción; de manera que serían pocas las horas en las que se vería un número crecido de asistentes. Unas pocas personas que trajeron pequeñitos traían también abrigos y tapas para que durmieran cómodamente en algún rincón.

La cosa que más distingue a los Pentecostales de otras denominaciones, y por lo mismo choca y ofende a algunos extraños a sus cultos, es el mismo hecho de que el Espíritu de Dios se manifiesta en ellos, conforme a la promesa de la Palabra de Dios. La manera de la manifestación no la busca, ni la dicta la persona que la recibe, ni menos el que dirija la reunión. Algunas reuniones pasan sin ninguna manifestación; algunas personas no las experimentan nunca o rarísimas veces. Algunas veces hay risas, hay lloro, hay grito, hay danza. Pero estas cosas vienen algo como ese viento recio en el día de Pentecostés; conmueven a muchos por algunos minutos hasta una hora y pasa, y la reunión sigue su curso.

Estas manifestaciones causan distintos efectos sobre los extraños que las presencian: en algunos casos han comenzado a bailar contra su voluntad, y al volver en si se hallaron convertidos; algunos han caído de rodillas pidiendo perdón a Dios; algunos han salido impresionados de manera que se convirtieron en casa; y algunos han salido blasfemando.

En mayo de 1927 un joven, luchador a la romana y de jiu jitsu, presenció una reunión ordinaria. Quedó mirando las danzas y después de quedar asombrado y haciendo preguntas al pastor. Tan interesado estaba que visitó al pastor al día siguiente, y al retirarse llevó un Nuevo Testamento. El hombre nunca más se vio; desapareció. Pero en mayo de este año se recibió una carta del norte contando su conversión completa por medio de la lectura del Nuevo Testamento y rogando ingresar a las filas de la Iglesia Pentecostal, aunque en el lugar donde está existen otras denominaciones. Dice que ya no es luchador de la romana, ¡sino luchador celestial!

Hay varios hombres en distintas partes de Chile que están dirigiendo congregaciones en la actualidad, que en otros años eran presidiarios y hombres temibles por sus crímenes y por su braveza. Hay muchísimos hogares felices, familias reunidas que estaban aparte sus miembros. Hay muchísimos hombres de oficio, ahora productores y benéficos al Estado que antes eran sólo una carga y un afán, que deben toda esa transformación a la Iglesia Pentecostal. Hay hombres operarios de todo ramo que son buscados por las casas de comercio, las fábricas, las oficinas, los contratistas, los constructores, que antes no servían para nada a no estar bajo afanosa vigilancia. Hay siempre pedidos a la Iglesia buscando mujeres para la casa en distintas capacidades llaveras de confianza, cocineras, sirvientas de mano, etc.

Se puede mencionar a algunas personas que, después de conocer de cerca la obra pentecostal, se han manifestado muy favorablemente a ella, como son: el señor Juez Ibar, doctor Manterola, el señor Carlos Alamo, en un  tiempo Jefe de la Sección de Seguridad, el señor Lira, también de esa sección, el señor Roberto Crichton, ex-alcalde y actual Agente de Aduana, y otros personajes cuyos nombres no eran conocidos.

HIGIENE Y MORAL

Sobre la cuestión higiene, en la que se pone énfasis, se puede decir: Ya se ha explicado que el templo de la calle Retamo no es sin ventilación, ni mal-ventilado, como puede comprobar cualquiera que lo quiera visitar; las más grandes concurrencias ordinarias no pasan de 500 a 600 personas y por un tiempo de una a dos horas, terminando cuando los teatros recién entran en función. Últimamente se ha habilitado otro templo en el cerro Larraín, el que en las reuniones mayores comparte la asistencia con el de Retamo.

Sobre la moralidad era de hablar en extenso cuando se considera la relajación que reina en todas partes: que los diarios presentan la más de semi-desnudez en sus clichés; los teatros hieren la vista con sus flamantes carteles invitando con toda viveza a presencias las películas cuyos menores títulos son escandalosos en lo sugestivos que son; las calles son espectáculos parecidos a balnearios, los cuales son cada vez más descarados hombres y mujeres en traje de baño (¡y bien escaso!) tendidos en gran mezcolanza a todo público en la arena de la playa; en las góndolas las señoritas sentadas frente a los ojos involuntarios con las piernas descubiertas arriba de las rodillas; todo un carnaval de lujuria que va muy adelante en el camino a Sodoma y Gomorra. ¡Y tienen que venir a un templo pentecostal para hallar una cosa inmoral!

Y las niñas que cayeron estaban vestidas a la moda reinante, y sus padres estaban (como siempre) al lado para cubrir su persona con algún abrigo, pero los que vinieron para inspeccionar los rechazaron con violencia dos veces.

Y los hombres que han abandonado sus crímenes, sus inmoralidades, sus vicios, decláranlo en lenguaje sano y limpio, gozando de aquella transformación obrada por el Espíritu de Dios en sus vidas. Esos testimonios que han llamado la atención de las autoridades en la noche del 26 de mayo, que algunas personas han calificado de inmorales, no tienen tal inmoralidad; porque si es cierto que cuentan su vida anterior a la que llevan ahora en la Iglesia, estas narraciones no ponen énfasis en los detalles asquerosos en las cuales antes era su deleite, sino en que ahora, por el poder de Dios no andan en ellos; y con palabras de respeto y limpias, que no ofenden a los niños y niñas cuentan, por ejemplo, un caso que las mismas autoridades oyeron, “Que su salario era gastado en maldades y en pagar multas, pero ahora en atender a sus hijos”, y otro, “Que cuando llegaban a casa sus hijos se escondían, pero ahora salen a recibirle”, y así por el estilo.

La Iglesia Pentecostal existe y por estos dieciocho años ha funcionado en conformidad con las leyes que gobiernan entidades como es ella, y no tiene ningún deseo de atropellar las autoridades constituidas. Está haciendo una importante obra moralizadora; y en muchas ocasiones las autoridades lo han reconocido y le han prestado su decidido apoyo. Prueba es que el año pasado, en atención a una solicitud presentada por la Dirección de esta Iglesia en su Conferencia Anual, fue emitida por su Excelencia, el Presidente, una orden otorgando a los representantes de esta Iglesia entrada en los establecimientos penales de la República, para predicar el Evangelio; y como fruto muchos han salido para vivir una vida honrada.

¿CUÁLES SON LOS RESULTADOS DE LA OBRA PENTECOSTAL?

Fuera de los resultados generales que se ha referido en el curso de esta narración sigue una nómina de algunos que se pueden referir como testigos entre aquellos que en tiempos pasados habían dado mucho que hacer a las autoridades, advirtiendo que hay otros muchos en distintas partes de Chile de esta misma clase, fuera del gran número de aquellos cuya vida era sólo de vicios ordinarios. Hela aquí: (sigue una lista de quince nombres).

Un hombre ebrio, estorbando una reunión en la calle, fue llevado entre dos a la iglesia y se convirtió la misma noche, y desde aquel día un modelo de hombre bueno, la admiración de su barrio y de sus colegas anteriores. Un caso entre muchísimos. Calle Vega, 165.

 

¿QUIÉN ES EL PASTOR DE LOS PENTECOSTALES?

Es norte-americano. Nació en 1858. Fue diplomado en Medicina y Cirugía en Chicago en 1884. Ejerció su profesión seis años, abandonándola para venir a Chile en octubre de 1889 con el fin que persigue hasta hoy.

Los años 1890-1893 era Director del Iquique English College, Iquique.

Los años 1894-1901 era Pastor de la Iglesia Metodista Episcopal en Iquique.

Los años 1902-1910 era Pastor de la Iglesia Metodista Episcopal en Valparaíso. Durante esos veinte años en la iglesia Metodista Episcopal ocupó varios puestos de importancia, construyó el edificio del Iquique English College, y del templo en la calle Amunátegui en esa ciudad; construyó un templo en Punta Arenas; y el templo en la calle Olivar en esa ciudad.

En el año 1910 cuando los miembros de esta iglesia se separaban de la Iglesia Metodista Episcopal, viendo las críticas que pesaban sobre el pastor, de parte de sus colegas y superiores, a causa de esta obra extraña le invitaron a ser pastor de ellos, a lo que accedió, y presentó su renuncia a su iglesia anterior.

“EXPLOTACIÓN”

El pastor vino a Chile a la edad de 31 años, dejando una próspera vida profesional. Ha consagrado 39 años a la obra de la regeneración de los hombres en Chile. Vino en compañía de su joven esposa, casi novia, quien dio toda su vida también en Chile, volviendo enferma a su tierra con su esposo enfermo sólo para dejar sus restos al lado de los de su familia. El pastor, después de casi dos años de enfermedad, volvió a Chile para continuar su trabajo, privado de su compañera esposa.

Su presencia aquí ha servido para traer a Chile en bien de la obra la suma de 15,000 dolares, o más de 120.000 pesos, donados por miembros de su familia. Este dinero ha sido invertido principalmente en la construcción de dos templos en Valparaíso, uno en la calle Retamo, y la otra en el cerro Larraín, calle Santa Inés. El de Retamo está inscrito en nombre de dos miembros de la iglesia, (y no en el del pastor, como equivocadamente declaró el doctor Macuada), y el otro en nombre del pastor, los dos provisionalmente, y en representación de la Iglesia, pendiente la personería jurídica que está en tramitación.

Los mismos miembros de su familia también le donaron al pastor una suma de dinero (lo que retiraron de su testamento con este fin), para la compra de una casa que sirviera para albergue de él, y con él de una hija viuda con cinco hijos (chilenos).

El pastor cuenta con setenta años de edad, luego por cumplirse. De estos años mucho más que la mitad han sido dados para el bien de Chile, habiendo podido ver muchos miles de almas regeneradas para su propio bien y para el del Estado.

(Podría preguntarse en las palabras de Jesús a los fariseos: ¿Por cuál de estas obras le apedreáis?).

De paso se puede decir que si bien sus hijos se educaron en los Estados Unidos, se educaron solos, incluso la hija, ganando su propia vida, trabajando, como peón, como mozo, como chofer, en oficinas, en restaurant, en jardín, en fin, de toda manera menos que con un cobre de dinero chileno.

¿CUÁL ES LA DIRECCIÓN DE LA IGLESIA?

El pastor es tal por la invitación y nombramiento de un cuerpo que se llama una Junta de Oficiales, que tienen a su cargo todos los asuntos materiales de la iglesia, en particular todas las finanzas. Estos perciben todos los dineros que entran en la iglesia y pagan al pastor un sueldo que ellos mismos fijan. Estos también secundan eficazmente la obra espiritual de la Iglesia.

Las Propiedades han sido adquiridas por donación como arriba se ha dicho y están en nombre de particulares sólo hasta conseguir personería jurídica.

*Médico estadounidense, misionero y pastor fundador del movimiento pentecostal chileno.

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Originalmente publicado en la revista Fuego de Pentecostés, N° 7, Julio 1928. Pp. 2-5. Transcripción de Daniel Díaz Romero.

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